miércoles, 20 de abril de 2011

La ciudad sumergida de Parella

Por Misterios de las Baleares

En toda zona costera se suelen encontrar entre las historias y las leyendas de esos lugares menciones a ciudades o antiguos reinos en su día muy prósperos pero que, a causa de una maldición o un maleficio, reposan en el fondo del mar o en un lugar indeterminado, junto a sus habitantes y sus riquezas. Normalmente, para librarse de esta maldición, ha de presentarse alguien que goce de ciertas virtudes, a veces un día determinado del año, mediante las cuales, ya sea haciendo gala de las mismas o bien superando ciertas pruebas que se le presenten, los pueda desencantar. En Menorca se encuentran leyendas similares sobre una ciudad que corrió esa misma suerte que sus otras primas del resto de los mares, se la conoce como Parella o Paradella.

Según comentan, el día de San Juan, hacia Poniente, es posible ver una ciudad como salida del mar que asoma por unos instantes en el canal de Menorca antes de volver a las profundidades marítimas, la cual habría sido vista incluso por los pescadores de las poblaciones mallorquinas de Artà y Capdepera. También en el mismo sitio, en el canal de Menorca, en las noches más oscuras, se dice que se ven resplandores luminosos y algunos aseguran haber escuchado el sonido de las campanas acompañadas por los cantos de los habitantes de la misteriosa ciudad. Se trataría de Parella, la ciudad que fue encantada por otra villa rival que roída por los celos provocó su desaparición. Pero como toda ciudad encantada, Parella también tiene su oportunidad de redención y según dicen si siete Juanes se encuentran sin saberlo con siete Juanas a la orilla del mar en el día de San Juan se obrará el milagro y Parella será desencantada volviendo al lugar que le corresponde en nuestro mundo.

También se comenta que si alguien de corazón puro entra tres veces consecutivas en Parella logrará desencantarla y según las leyendas parece ser que una vez eso estuvo a punto de pasar. Un joven fue mandado por su amo a la ciudad de Ciutadella para afilar el arado, volviendo con uno de plata. El amo, todo sorprendido, volvió a enviar al mozo con una guadaña de hierro, volviendo con una de oro puro, lo que motivó de nuevo que su amo se llevase una gran sorpresa y comenzase a preguntarse de donde sacaba tan maravillosas herramientas su criado. Al día siguiente el joven volvió a partir de buena mañana cargado con el arado más grande que su amo pudo darle, siendo seguido por éste sin que se diese cuenta.

Al llegar al cruce de Ciutadella el amo vio sorprendido como el mozo no cogía el camino que iba a la ciudad de Ciutadella, si no que tomaba el camino que iba hacia Cala Blanca. El joven siguió caminando hasta llegar al mar y justo al tocar el agua dijo sorprendido "¡Ciutadella ha desaparecido!", entonces su amo recordó la leyenda de Parella y se dio cuenta de su error. La inocencia del joven le había permitido entrar en la ciudad sin prestar atención a los tesoros que allí hubiese, pensando que se encontraba en Ciutadella, pero la curiosidad y la avaricia de su señor rompió el sortilegio y la posibilidad de que la ciudad volviese a nuestro mundo.

Otra leyenda cuenta que antiguamente Mallorca y Menorca estaban unidas en un tiempo por un brazo de tierra. El Demonio levantó allí su santuario mayor para que la “dimoniada” fuese a celebrar sus fiestas y reuniones. Pero un día, Dios cansado de tanta procacidad y conspiración hundió el brazo de tierra en las profundidades marinas. Según cuentan los marineros, en las noches de fuerte marejada en el estrecho de Menorca, el lugar de más difícil navegación de las Islas, se ve en el fondo del mar un resplandor rojizo. Se trataría de la ciudad demoníaca la cual sigue funcionando bajo las aguas y que de vez en cuando atrae hacia sí a la infortunada tripulación de alguna de las barcas que naufragan en esa zona. Curiosamente y como respaldando en parte la veracidad de esta leyenda, estudios recientes comprobaron que durante la última glaciación Mallorca y Menorca estaban unidas formando una isla de grandes proporciones. Aparentemente esta leyenda no tendría nada que ver con Parella y digo aparentemente porque no deja de ser curiosa la similitud entre ambas historias, una ciudad maldita que desaparece, ya sea por encantamiento en un caso, por intervención divina en el otro, pero que ambas siguen subsistiendo de una manera “mágica” y que ambas se sitúan en una misma zona del Mediterráneo, Menorca o en sus cercanías. Tal vez en la antigüedad, cuando el nivel de las aguas era menor, en lugares que ahora están bajo las aguas fueron testigos del nacimiento de pueblos y ciudades. Estamos hablando de hace miles de años y ya en otros puntos se han encontrado restos que pueden apoyar esta teoría y tal vez en las Baleares pasase algo similar. Esto podría haber dado lugar a las historias y leyendas de ciudades o tierras encantadas, que desaparecieron bajo las aguas, las cuales podemos encontrar por multitud de lugares en todo el mundo.

A pesar de todo, a pesar de los encantamientos, se pueden visitar los restos de Parella, porque, todo lugar que tenga el nombre de Parella o Parelleta, son lugares en donde se cree que estuvo la ciudad. Y en estos lugares, podremos contemplar las cuevas y los subterráneos que fueron de la ciudad, ya que el encantamiento sólo afectó a aquello que había por encima de la superficie. ¿Quién sabe? A lo mejor en alguna de estas cuevas encontraremos la clave para desencantar a Parella, ¿alguien se atreve a intentarlo?.

Bibliografia

1. Leyendas del Mar Balear, Juan Poyatos; editorial Moll, Mallorca 2002.
2. Menorca Mágica, Carlos Garrido; José J. De Olañeta Editor, Palma de Mallorca 1993.

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